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¿Sabes lo que compras en la pescadería?

31 de septiembre de 2020



Gallo (Imagen 1), rapante, bruixa, bruixa de quatre taques, todos son distintas denominaciones de un mismo pescado, el gallo (Lepidorhombus boscii). Todas ellas son denominaciones autonómicas válidas según la legislación , y todas pueden mostrarse en los carteles de la pescadería.



¿Pero es lo mismo un besugo blanco o besuguito que un besugo? y ¿Una caballa y un caballón (Imagen 2)? La respuesta no, no son lo mismo y por supuesto no valen lo mismo. Aunque nutricionalmente sean igual de buenos un besuguito, no es un besugo pequeño, ni un caballón una caballa grande.



Imagen 1: Lepidorhombus boscii – Gallo(1) y Glyptocephalus cynoglossus – Mendo (2). Fuente: Propia.




Imagen 2: Scomber colias – Caballa del sur o Caballón en la zona de Galicia (1) y Scomber scombrus – Caballa (2). Fuente: Propia.


Ahí está la picaresca, son prácticas legales, pero hasta cierto punto el cliente desconoce realmente que compra, y la cantidad de nombres que reciben los distintos pescados según la zona de españa no ayuda. En los mostradores de la pescadería se suele encontrar una variedad grande de pescados, muy parecidos entre ellos. Además, los carteles en los que se indica la información suelen estar en un tamaño apto para gente con vista de lince. Si una persona joven le cuesta leer lo que pone en esas letras tan pequeñas(Imagen 4), no quiero imaginar a un anciano…..



Según el Reglamento 1379/2013 en los pescados frescos no preenvasados se debe facilitar al consumidor de forma obligatoria, y en carteles o tablones (Imagen 3) la información siguiente:



  • Denominación comercial de la especie y nombre científico (Las denominaciones propias de las C.C.A.A acompañarán a la denominación comercial oficial).
  • Método de producción.
  • Zona de captura.
  • Si el producto ha sido descongelado.
  • La fecha de duración mínima, cuando proceda.


Pero la legislación también menciona que está información se indicará en un lugar destacado, de manera que sea fácilmente visible, claramente legible y, en su caso, indeleble.



Imagen 3: modelo de etiqueta que se puede encontrar en cualquier pescadería.Fuente: OCU.


Pese a que se suele cumplir con la obligación de proporcionar la información, el medio con el que se hace, siembra dudas sobre su intencionalidad.



Puede parecer fácil reconocer varias especies similares cuando tienes una al lado de la otra, pero la tarea se complica cuando están expuestos en un mostrador (Imagen 4) y no hay con que comparar. Por no hablar, que si fuese cocinado ya se convierte en una tarea muy complicada solo apta para paladares expertos y entrenados.



En definitiva, la picaresca está a la orden del día y si no queremos que nos den gato por liebre conviene conocer aquello que compramos y siempre preguntar al pescadero todas nuestras dudas.







Fuentes:

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