Fiebre del Nilo, Chikunguya, Ébola, Dengue, etc. Seguro que has oído hablar de ellos alguna vez, sobre todo de la Fiebre del Nilo, ya que en las últimas semanas se ha originado un brote en el sur de España.
El brote de Fiebre del Nilo ya ha causado 3 fallecidos y hay 49 personas afectadas, todas ellas residían cerca de los humedales de Doñana y el río Guadalquivir.
Esta enfermedad esta causada por uno de los muchos arbovirus que existen. Los arbovirus son un grupo de virus compuestos por diferentes familias, que se transmiten a través de la picadura de artrópodos (arthropod-borne virus).
La distribución e incidencia de estas enfermedades esta ligada al ciclo de vida de los artrópodos, por lo que los cambios ambientales y climáticos son un factor clave para su desarrollo. El cambio climático ofrece nuevos ambientes óptimos para que los agentes patógenos prosperen y para que los artrópodos puedan desarrollar su ciclo vital. Esta situación provoca la aparición de patógenos como el virus de la Fiebre del Nilo en zonas de España donde antes no estaba presente.
La Fiebre del Nilo o West Nile es una enfermedad causada por el virus del Nilo Occidental (ENOV). Se transmite a los humanos por la picadura de mosquitos del genero Culex spp. (Imagen 1), tanto el humano como los caballos son hospedadores definitivos.
El mosquito se reproduce desde finales de verano hasta principios de otoño, pero en zonas más cálidas, hacía el sur de España puede desarrollarse durante todo el año. Las zonas de cría son aquellas con aguas estancadas, como los lechos de los ríos, estanques, macetas, fuentes, etc.
El virus se mantiene en la naturaleza mediante la transmisión mosquito-ave-mosquito (Imagen 2), ni los humanos ni los caballos pueden propagar la infección. Además existe infección transovárica (las crías de mosquito nacen infectadas) que dificulta la lucha contra los vectores.
La infección aparece entre los 3 – 14 días tras la picadura. Un 80% de los infectados es asintomático, en el resto puede producir fiebre, dolor de cabeza, náuseas e incluso en casos graves encefalitis i/o meningitis, sobre todo en personas mayores de 50 años y personas inmunodeprimidas.
Desde 2010 han aumentado los casos en Europa (Imagen 3) de esta enfermedad tanto en humanos como en la población equina, sobre todo al sur de España.
No existe tratamiento específico (solo sintomático), ni vacuna, aunque si existe vacuna para los équidos, por lo que es importante la prevención, evitando el contacto con los mosquitos. Para ello se realizan tareas de fumigación en las zonas de cría y se pueden seguir algunas pautas como:
Los expertos advierten de la necesidad de controlar las poblaciones de mosquitos debido al riesgo de expansión por la península. España reúne las condiciones para favorecer la circulación del virus por la gran cantidad de aves migratorias que pasan por el país y la presencia de vectores.
Los mosquitos no conocen fronteras y la alarma climática ya es un problema del hoy.
Fuentes: